BASÍLICA MENOR NUESTRA SEÑORA DE
LAS VICTORIAS
En 1846 el padre Ramón Duran de
Cázares, celebró la primera eucaristía,
en la carrera 14 N° 13-51 donde actualmente se encuentra los locales comerciales y la casa los fundadores, construida por el reconocido Fernando Buitrago en una ramada tosca cubierta de palmicho; la parte posterior del predio se destinó
para el cementerio donde fueron inhumados los restos mortales de Fermín López y
su esposa, Irén Londoño, y muchos otros.
Con la afluencia de nuevas
familias antioqueñas la población aumentaba considerablemente, lo que obligó al
Padre Durán a iniciar una construcción de mayor capacidad, en el mismo lugar,
eso fué en los alrededores de 1863; Las paredes eran de embarrado, el piso de
tierra humedad y a su entrada se formaban lodazales en los días lluviosos.
En 1875 EL Presbítero Juan
Nepomuceno parra, inició la construcción del temple, en el lugar donde hoy en
día se halla, los vecinos se congregaban en “convite” para acarrear tierra,
movilizar enormes piedras y ejecutar las obras de banqueo necesarias, el
Presbítero Esmaragdo López entre los años 1892-1908.
LAS CAMPANAS
En 1948 EL Presbítero Gonzalo Gutiérrez
Isaza adquiere la campana mayor, de tono grave, que luce en relieve las
imágenes de cristo y de la Virgen, una reproducción genuina de la traída de
Francia en 1846, que sufrió deterioro sin posible reparación. La de tono agudo
muestra las imágenes de Cristo y de Santa Rosa de Lima, todas fueron fundidas
en Francia.
Cuentan quienes presenciaron el
acto solemne de inauguración, que al instante que tocaron las campanas se desató una furiosa tempestad que causo el
espanto de los habitantes, muchos dijeron que el acontecimiento se debía a la
huida de los malos espíritus que infestaban la ciudad.
EL RELOJ
Fue fabricado en Munchen
Alemania, lo adquirió el Padre Jesús
Antonio Molina en 1911, quien a la vez
pavimentó el templo con tacos de madera cuadrados e inicio la
construcción de la casa cural.
En 1915 el templo carecía de
capacidad para las cristiana aglomeraciones de los domingos, los campesinos que
llegaban cuando el sacerdote había iniciado la misa, la oían desde el atrio y
la plaza, el párroco Gonzalo Álvarez
inició las obras de ampliación, antes
contaba con una longitud de 43 metros, terminó con 77 metros de longitud. En
1918 el Presbítero Diego María Gómez, continuó con las obras, pavimentó con un mosaico el piso de las
naves, levantó el primer cuerpo del frontis, construyo las escalas del atrio, adelantó
la decoración interior del templo, el
altar se adquirió en Francia, el altar es de mármol y bronce, fue construido en
parís en 1926, donde reposan reliquias de los santos mártires Constancio y Teófila.
Correspondió al presbítero Gonzalo
Gutiérrez Isaza entre los años 1935-1949
cerrar con broche de oro la casa de Dios, ensanchó las naves laterales,
levantó las elegantes torres con altura de 40 metros, y en la mitad del
frontispicio colocó la estatua de Cristo rey, el Presbitero francisco Londoño,
entre los años 1957-1968 enriqueció el templo con 24 preciosos vitrales, 14 de
ellos representaciones de la pasión del redentor. Construyó el nuevo
presbiterio debajo de la copula central, el actual baptisterio y la amplia
sacristía.
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